No se puede subir tan alto, la caída ha sido enorme. Después de haber vivido mi mejor momento en años, este perfecto mediodía con cierta genial persona que cada vez me es más dificil eliminar de mis pensamientos, se ha desmoronado el edificio de la cordura que desde hace 3 semanas me envuelve y me hace sonreír a cada momento.

Este mediodía he sido la persona más dichosa del mundo. Este mediodía pensaba que seguiría viviendo sola, que la casa sería toda para mí. Este mediodía la compañía ha sido la idónea. Este mediodía me han dedicado palabras que jamás me habían dedicado. Este mediodía he sentido cosas que jamás había sentido, me he dado cuenta de ciertos sentimientos que únicamente intuía. Se ha ido todo a la mierda en el tiempo que se tarda en abrir una puerta y descubrir que tienes compañera de piso.

No podrán volver a dormir aquí, se acabaron las cenas en mi casa. Se acabó la vida como la entiendo desde hace un mes. No podremos cumplir con lo que habíamos acordado.

Me siento sola en estos momentos. Necesito que me abracen, que me besen, que me digan sinceramente qué sienten por mí sin yo tener que preguntarlo, si es que sienten algo, obviamente. Necesito que sea lunes más que nunca. Odio haberme dado cuenta precisamente hoy de ciertas cosas. Odio saber que era tan feliz y ahora se me han desmontado todos los esquemas. Odio saber que lo estoy necesitando.