Siempre hay gente que no sabe cómo perder su valioso tiempo, y hoy les dedico la entrada a ellos, esa extraña subespecie dentro del género humano. Se lo merecen por aburridos, por derrochadores y por egoístas. ¿Egoístas? Sí, totalmente. ¿Por qué? ¡Porque acaparan su tiempo y nos roban el nuestro! Yo quiero de vuelta el tiempo que me han sustraído "hipotéticamente" esta tarde gracias a ellos.

Pongamos por ejemplo que quieres hacer unas gestiones en la Escuela de Idiomas... algo así como un cambio de grupo (repito, es hipotético -guiño, guiño). [pequeño inciso: ¿por qué narices se abre tan mal la Wikipedia hoy?] Pues olvídate de todos los planes "hipotéticos" que tenías para esa tarde. Nada de ir en bici; nada de intentar estudiar Griego y pelearte con las declinaciones que -por lo visto- a pesar de ser una lengua muerta, cambian; nada de mirarse los comentarios de Historia del Arte (¡oh, alabada seas! El arte, malpensados). Como todos bien sabemos los administrativos de las entidades públicas son unos zoquetes* y encima que te tratan mal lo hacen lentamente. Será para que sus astillas envenenadas se claven más profundamente y así duelan más... ¡y yo me cabree! Pero repitamos: es todo hipotético.

Y luego te acabas dando cuenta, tras una hipotética hora, que tus gestiones se quedarán en eso, gestiones. No conseguirás lo que quieres -no como otras payasas imbéciles que tienen suerte y ñklasjdflñaksdjfklñaj :)- [pequeño inciso 2: motherfuckers, motherfuckers just like you! *notita musical*] y te quedarás como estabas antes de perder 2 hipotéticas y valiosas horas de tu vida... pero sin el tiempo, el que te han robado a punta de coñazo de espera (uix, ¡qué ordinaria soy!)

Así que si estáis ociosos y por suerte sin ocupaciones como ahora bien estudiar o hacer trabajos (que frase más aislada de la realidad de un alumno de un 2º de bachillerato Humanístico) id a hacer gestiones burocráticas con la mafia administrativa de los idiomas en España... o matriculaos al instituto, que eso también me suena un poco y además es reciente, pero "por desgracia" no es hipotético.

Esperaba no hacer este tipo de entradas en el blog, pero soy una hipotética chimenea con patas. Bleeeh. Espero que mañana el hipotético asunto se arregle y no tenga que usar nunca más la palabra "hipotético", que siento que estoy siendo un poco redundante (¡ja-ja-ja, yo sí que sé usar la palabra en una frase!).

*Siento generalizar, pero es que estoy hipotéticamente encendida. Eso de razonar me agota.

¿Quién ha dicho que sólo por vestir "fuera de lo que la sociedad entiende como habitual" ya tienes que transmitir malos rollos y desconfianza a los desconocidos?

Yo, hasta hoy, en cierto modo podía entender una actitud de rechazo por los extraños hacia mí por mi modo de vestir y la "mala pinta" (¡qué vivan las etiquetas!), pero eso se acabó. Hoy ha quedado claro que hay gente que -por lo visto- para crearse una primera impresión llega más allá y no piensa en los cánones sociales. Increíble, pero cierto. Así que si uno puede, pueden todos.

Y he llegado a esa tesis gracias a la confidencia de "Latirre" (antes conocida como "Latigre") sobre un comentario de "Emilio Aragón" sobre mí. ¡Dice que le transmito paz! Repito: increíble, pero cierto. Me he hecho la fan #1 de las clases de Historia del Arte (si no lo era ya).

Visto el trabajo que tengo -¡viva Referentes!- también podría plantearme el abandonar el blog, pero lo dicho: no lo voy a hacer.

¿Y por qué seguir? Para demostrarme a mí misma que tengo fuerza de voluntad.

Pero hoy sólo eso, que los deberes se acumulan y hay muchas páginas pendientes de impresión, lectura y posterior subrayado.

Pero bueno, no todo es trabajo... ¡¡también hay tangas y paquetes que mirar, LOL!!

(¡qué mierda de entrada! xD)
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Volvió a pasar. En menos de 1 año 2 veces.

¿Qué le está pasando al mejor sistema educativo del mundo? ¿Es preciso que siempre exista la excepción que confirma la regla? ¿Qué le pasa a la gente por la cabeza?

Sí. Estoy hablando de la matanza ocurrida hoy en un instituto de Finlandia. Y no lo puedo entender. No entiendo qué le puede pasar a la gente por la cabeza para que acabe haciendo tan magna bestialidad. Estamos faltos de valores y remordimientos; en esta sociedad actual parece que los sentimientos hayan sido olvidados, apartados.

Pero todo eso no hará que mi deseo de trasladarme a la tierra de los lagos cambie. Algún día viviré allí y seré feliz. Algún día.
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5.30 de la mañana. Estruendos. Lluvia golpeando mi "ventana en el techo".
Abro la puerta de mi habitación después de un profundo tiempo de reflexión; acaba de empezar un nuevo día y parece que el cielo vaya a caer. Abandono el pesimismo digno de Obélix y admiro el precioso rojo del manto que perpétuamente cubre nuestras vidas. Rojo con destellos dorados. Adoro las tormentas.

Se me ocurre que es demasiado temprano para echar a andar escaleras arriba y abajo y vuelvo -en cierto modo resignada- a mi cama, a mis sábanas, a mi sueño.



7.40 de la mañana. Sonido matriarcal acompañado por un coro de campanas que se escucha de fondo; el Fadrí. Toca levantarse y en mi mente resuena la idea de que todo podría haberse inundado... y en cierto modo así ha sido, pero no viene al caso.

Me dispongo al ritual matutino, pan nuestro de cada día. Lávate, cámbiate, bébete un vaso de café con leche y ¡no olvides el bocadillo! Todo automatizado, todo rutina. Y de ese mismo modo, disponte a emprender camino hacia el instituto... con la mami.



8.20 de la mañana. Los caminos de la progenitora y su retoño se bifurcan. En casa de una amiga "desaparecida" la segunda se encuentra con 2 ¿personas? tiradas por el suelo, esperándola, normalmente entre risas. Se levantan y nos dirigimos al instituto, y al llegar a nuestro punto de destino nunca faltará el "todos firmes" de Luis ni el -relativamente nuevo- montón de niños agolpados a la puerta para ser los primeros en llegar a clase... para terminar queriendo ser los primeros en abandonarla. ¡Nosotros no éramos así, nosotros respetábamos!



8.30-15.00. Clases. Clases. Clases. ¿Se necesita ser más explícito? Creo que ha quedado bien claro cómo empleo esas valuosas horas de mi vida, pero por si alguien no tiene claro el concepto "clase" (mierda, ¡cómo me recuerda a Filosofía!), yo se lo explico encantada: 11 alumnos -o 12 en el peor de los casos- sentados en sillas y apoyados en mesas infernales, escuchando a adultos (en teoría sabios) a los cuales, si hubieran hecho caso al sabio consejo que un día sus padres les dieron siendo simplemente niños -"no habléis con desconocidos"- habrían mantenido lejos.

No obstante eso no siempre se tienen que mirar las cosas por el lado negativo; tienes la compañía de tus compañeros -valga la redundancia- que te hacen la estancia más confortable... y a veces incluso los profesores te pueden llegar a alegrar. Pero alerta, nunca te puedes comportar del mismo modo con ellos, debes calarlos, debes conocer sus puntos débiles... y los puntos en dónde te pueden herir.



15.30 de la tarde. Llegar a casa, tirar la maleta por cualquier rincón de la misma y comer. Pero en realidad ya, por no tener, no tienes ni hambre. Esperas detalles de la jornada laboral de tus padres, pero no sueles obtener mucho jugo.

Para intentar hacer una digestión más placentera -y alegrarte un poquito- acabo encendiéndome la televisión. ¿Parada? Sé lo que hicisteis... Pero no puedo estar quieta, así que alterno ese tiempo de supuesto relajo con otra actividad: deberes, sudokus, pintamiento de uñas. Soy hiperactiva, ¿qué voy a hacer?



17.10 de la tarde. Y ya a partir de esta hora todo depende de factores externos. ¿Llueve? ¿Se mastica el cansancio en el ambiente? ¿Exceso de trabajo acumulado? ¿Simple vagancia? Pues bien, después de analizar todos esos factores -o más todavía- llegas a la conclusión de la actividad que vas a realizar: descansar, mirar la televisión, hacer deberes e incluso ir en bicicleta para intentar conseguir un cuerpo serrano que es más utópico que posible. De ilusión también se vive.



A partir de las 20.00. Poco más puedes hacer ya por este día que ya muere. He tenido la suerte de recuperar vivito y coleando el ordenador, así que a por él. Esperas que en el Messenger haya alguien decente conectado, alguien con quien poder comentar tu jornada, pero descubres que esas personas son con las que has compartido ésta.

Resignada, me dispongo a escribir este blog, como ayer prometí, y que por lo visto no ha tenido ningún éxito entre las masas. Las letras están poco valoradas, y más las letras anónimas de estudiante de bachillerato. Pero realmente da igual. No espero dedicarme al mundo de la escritura, al contrario, espero hacer de puente entre escritores y lectores, ¡que otros piensen por mí, que ya llevo muchos años pensando! Y además... ¿a quién le importan mis pensamientos? Demostrado está que a poca gente -por no decir "nadie", que alguna persona se puede sentir ofendida.



- Y así transcurren mis días, rutina pura. Con una página de diario podría resumir mi vida (bueno, puede que con 2, que por todos es sabido que tiendo a escribir demasiado). No cambia nada el hecho de despertar con una fuerte tormenta de ésas que me encantan, ni que hoy empiece el otoño.

¿Os parece bonito?

Me habéis dado envidia, y eso no está bien. Así que mientras la moda dure, yo voy a estar dentro de ella y voy a mantener vivo este blog.

¿De qué voy a hablar?
No lo sé. Puede que lo use estilo diario, puede que no. Puede que me sirva para desahogarme, puede que para hacer cabrear a los demás. Puede que todo quede en proyectos (lo más probable), pero...

Así que durante 2 ó 3 días seguro que me tendréis que aguantar. Bien, aguantar... siempre que queráis entrar, cosa que dudo mucho que nadie haga. Pero lo que no dudo es que acabará como todo lo que ciberempiezo: abandonado, conjuntamente con fotologs, páginas web e inicios de myspaces.

C'est la vie, pero todo viene de la misma pasta y termina repartido por distintos moldes :D


¡Hasta mañana!
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