Me doy cuenta de que soy un tostón. Creo que mi cansinidad destaca incluso entre la pesadez que como estudiantes de 2º de Bachillerato, una gran parte de personas que nacieron en el '91 vienen arrastrando desde principio de curso.

Examen, nota; trabajo, nota; EOI, nota. Vale, parece que haya una cierta variedad entre la monotonía de tal enunciado, pero realmente no la hay en absoluto. No si tus notas se repiten como un maldito dejà vu día tras día.

Cada día estoy más convencida de como dijo nuestra -oh gloriosa- tutora (modo ironía off), voy a firmar para que se repitan mis notas de segundo trimestre en la evaluación final. ¿Qué más podría pedir? ¿Qué más podría conseguir si tengo ya notas fijas en ciertas asignaturas? Y sí, parece que esté disgustada con algún profesor que tiende a puntuar a la baja o algo por el estilo, pero es que es totalmente al contrario. 8'5 en Historia -que aunque no lo parezca es un gran mérito- en 3 de 4 exámenes realizados. Y lo peor: otro 10 más en Historia del Arte... y ya son 4 de 6 exámenes realizados.

Esa última nota es la que me mosquea. Para mí que la obtengo por compromiso... en el fondo será verdad lo que dicen, que le gusto al profesor (jajajaja, volvamos al modo ironía off), porque no tiene ningún sentido sacar tanto puto 10. Que estoy convencida que no los merezco, pero ale, erre que erre, a meter presión, porque si bajara en un examen habría un suicidio docente.

Pero bueno, más vale eso que no suspender, ¿no? Aunque por suerte ese no ha sido el caso en el writing de la EOI, como pensaba que ocurriría. Extrañamente -y digo esto porque tras un par de meses en el que sólo has oído "the writing exams have been awful" ya crees que la tragedia también te engullirá a ti, he sacado un meritorio -sí, me echo flores- 6'25, que aunque no lo parezca, es de las mejores notas de clase. ¡Incluso he recibido por parte de la señora Catalina Molinero (ja-ja-ja) un "you've done it quite well, congratulations!"! Impresionante, asombrante.

Me marcho con mi rutina a otra parte... y esa parte no será el comentario de Valenciano, porque después de una hora currándomelo me he hartado. Mañana la cohesión, ahora a pasarme al móvil el programa de tests que me he descargado.

Vale, al final Kant no fue tan catastrófico. Lástima que en los exámenes tipo test los fallos resten... 21 aciertos y 3 errores de 25 preguntas (no es que sea de letras y no sepa contar -como dicen algunos por ahí...-, sino que me dejé una respuesta), podría haber sido peor, esperaba que hubiese sido peor.

Pero el problema de hoy ha venido con Historia del Arte. No voy a decir si me ha salido bien o mal, porque no lo sé. De lo único que estoy segura es de dos cosas: No sé cómo narices he podido terminar el examen teniendo 20 minutos menos que de costumbre; me he dejado que fue Madrazo quien le dio el nombre a Las Meninas de Velázquez en 1843, ¡qué rabia! Espero que no cuente mucho... pero es lo que pasa cuando te sabes más cosas que tiempo tienes de ponerlas. Vaya atraco a mano armada hemos sufrido... gracias AdA, si te quejas de que bajo de nota, te pegaré y dejarás de tener esa extraña y molesta fijación por mí :)

Y ahora a hacer tests de examen de conducir teórico, ya que en breves me examinaré -shhh, no voy a decir cuándo-, y luego a simear un poco. Lo que me recuerda, por cierto, que he de lanzar una advertencia popular: Señor ZP, no haga caso a las antiabortistas locas que no entienden lo que significa una ampliación de derechos -y no una obligación de acatar una norma libre... pero claro, es lo único que conocen, es lo que esperan que vuelva, como en tiempos dictatoriales en los que eran esclavas de maridos o padres (mierda, me enciendo)-, y dedíquese a prohibir Los Sims y los ositos de gominola, que son una droga peligrosa y muy adictiva.

P.D: Que nadie se preocupe por el título, yo me entiendo. Pero es que hay veces que el comentario de alguna persona en especial te sube los ánimos.

Tras un desastroso examen de Kant y una sobredosis de estudio de Arte Renacentista y Barroco, aquí me hallo, con mucho sueño, ya que un cabrón que tengo como vecino antes de las 9 de la mañana ha estado escuchando -bueno, él y todo el vecindario... y eso que vivo en una casa, no en un piso- canciones de tal calidad musical como un remix de La casa de Inés de Guaraná. Obviamente, a los 5 minutos de levantarme ha apagado la minicadena.

Veo imposible aprenderme en 2 días todo lo que se supone que me debería saber para el examen... bueno, más bien para mantener mi nota en Historia del Arte. Pero claro, siempre tienen prioridad aquellos que deben hacer recuperaciones tras 2 oportunidades fallidas, agarrándose con todas sus fuerzas a la última convocatoria, y sí, jodiéndonos a los que aprobamos cuando se supone que todos deberían hacerlo, haciéndonos poner exámenes en fechas precipitadas. No estoy en contra de las recuperaciones, al contrario, lo que me molesta es que de esos que imploraban el lunes como fecha para examinarnos de Renacimiento y Barroco -creo que el examen más denso del año en Arte- ni la tercera parte aprobará las recuperaciones que nos han obligado a determinar que en 3 días hagamos dicho examen -que por cierto, la mayoría también suspenderá porque se habrán dedicado (se supone) al estudio de recuperaciones inaprobables para la mayoría, no porque no puedan, sino por pasotismo puro y duro-.

En fin, siempre nos perjudican a los mismos. De corazón espero que mis quinielas no se cumplan, y que prácticamente todos -y si es posible la totalidad de la clase- aprueben las recuperaciones de Inglés e Historia de la semana próxima... pero creo que es más una utopía que un hecho realizable, porque 1) es imposible aprender a hablar inglés en 3 días si en 7 años no se ha conseguido, ya que sólo sé de una persona que lleva todo el curso preparándose para ese examen 2) sin una mínima práctica, los comentarios de Historia son inaprobables... y menos si te has de estudiar en una semana escasa todo el temario dado hasta ahora, con el baile de nombres y fechas que eso supone.

A ver si hay suerte y los exámenes de recuperación son fáciles, porque no me hace ninguna gracia tener que pasarme el fin de semana encerrada en casa si nadie se va a ver beneficiado por ello.

Sí, debería estar estudiando a Kant, pero teniendo en cuenta que sigo pensando que en 3 clases no se puede explicar -y menos comprender- todo el sistema filosófico de un señor, y que no me entero de nada con el autoestudio, he decidido echarlo a suertes... a ver si por una vez un examen tipo test me sale bien. Como no habré entendido nada, apuntaré a lo lógico y no rebuscaré segundas intenciones, ¡así no meteré la pata!

Realmente tendría que haber publicado entrada ayer, pero no me vi con ganas -ni con ganas ni con tiempo, porque ayer a estas horas fue mi primera intentona de ser autónoma en el estudio kantiano... o como dice en los apuntes que tenemos "el königsberguense"-. Pero no importa, las noticias de ayer, siguen siéndolo hoy, y además creo que hay muy poca gente interesada en mi vida... creo que ni yo lo estoy, pero en fin.

He de comentar que tras un trimestre de trabajo más agotador aún que en el primero, al fin me siento orgullosa de mí misma. Vale que las notas me las darán mañana, pero ya las conozco de antemano -o eso creo-, así que ya puedo respirar tranquila. Recupero -desde la cautela aún- mi nota media de 1º de Bachiller, lo que significa que mi meta es alcanzable, y además probablemente el numerito que le tenga que montar a ciert@ profesor@ "llamémosle X" a final de curso será más leve de lo que esperaba. A estos "éxitos personales", hay que sumarle que ya tengo el listening en la EOI aprobado (yupi, 1/5) y que la exposición oral de ayer, también en la EOI, con apenas preparación -digamos que nada-, está rondando el 8'5. Lo que no llego a entender es que lo que el año pasado aprobé con un 5, sea lo primero que tenga aprobado este año, y lo que el año pasado saqué 8'5 este año aún no lo haya podido aprobar... extraño, eh?

Y poco más. Creo que voy a seguir intentando entender a este buen alemán, hombre de costumbres, al que utilizaban como reloj en su pueblo, ya que era un rutinoso de mierda (¿por qué se me quedan siempre las anécdotas y no lo esencial? Eso sirve en Historia del Arte, pero en Filosofía...).

Jodeos valencianets, vosotros tendréis la fama, pero nosotros los monumentos que parecen puticlubs.

Dicho esto, podría hacer una larga crónica de cómo han ido las fiestas de la Magdalena que como aquél que dice acaban de terminar, pero no tengo ni tiempo -volver hoy al instituto y petarnos de exámenes y trabajos... bienvenidos al último y peor trimestre de vuestra vida "institutil"- ni ganas. Sólo decir que sí, que se han cumplido las espectativas: pasarlo genial, desfasar un poco y conocer gente. ¿Qué más puedo pedir? Nada, porque "Gemelita 2" se encargó de liarla -y casii hostiarse- con el Exqueroso, y eso mola (se nota que después de fiestas las neuronas están o muertas o adormecidas, porque la calidad literaria ha desaparecido de esta entrada).

Y para ponerle la guinda y completar mi vítol particular, una extraña presencia messengeriana. Qué raros son los jodíos, qué poco los entiendo.
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Aunque estemos en Magdalena, he de dejar constancia de ciertos acontecimientos de ayer. No por mí, ya que no me pasó nada interesante, pero bueno, es que fue uno de esos días raros en los que te alegras por una amiga... aunque su alegría en cierto modo te hunde en la miseria. Oh, l'amour.

No sólo fue eso: finlandeses en Castellón. Totalmente inaudito, pensaba que imposible. Y cómo no, yo no los vi. Y luego que te vayan diciendo que había un chico rubio, ojos azules y pelo largo... por dioxxx, ¡eso no se me hace! Y menos en las circunstancias de pseudodepresión teñida de alegría prójima de ayer.

Pero bueno, mi mala suerte ya está muy asumida, y realmente no vale la pena mortificarse por ello. Creo que me voy a lanzar a la piscina y no voy a perder nada, no tengo nada que perder... y realmente no sé si quiero lo que probablemente haga en breve, pero ¿qué? Somos jóvenes, y soy de las pocas de mi círculo que estoy sola. ¿Desesperada? Ni de coña, pero después de un año hay cosas que echo de menos.

Pues sí, se han acabado los exámenes, y eso significa que ¡se ha acabado el trimestre! ¿Bueno o malo? No lo sé, la verdad... queda menos para Selectividad y todos nos están machacando con que el último trimestre es el más duro (¿más aún? ¿es eso posible?). Pero ahora los castellonenses tenemos una semanita para demostrar que nuestras fiestas son mejores que las Fallas (ambas son un petardazo, pero bueno, todo es mejor en cualquier lugar del mundo antes que en Valencia) y para desestresarnos... ¿y pillarla gorda? Así que dudo mucho aparecer por aquí esta semana que viene.

Hoy empezamos con los disfraces -exclusivos de nuestro grupo... y la liaremos parda-, mañana no tengo ni idea de qué será de mí -pero bueno, aunque sea mi Magdalena menos planificada y con más variedad de grupos disponibles (es que me hago vieja y popular) espero que sea una de las mejores... y eso por suerte o por desgracia será fácil-, domingo Romeria y a partir de entonces menos salir por la tarde, que con toda el trabajo que hay pendiente hay que adelantar... aunque las Aulas con lo cerquita que las tengo dudo que sean perdonadas ningún día.

Pero ya está bien de hablar de planes que puede que todo se gafe, y no quiero, que probablemente sea mi última Magdalena completa en Castellón... realmente espero que así sea. Ya veremos cómo discurrirá todo durante estos 9 días que asoman. ¡Pasadlo bien!

La última semana está al doblar la esquina, y eso significa últimos esfuerzos, últimos deberes, últimos trabajos: 3.

¿Cómo narices he hecho para no haber avanzado los trabajos de Referentes en prácticamente todo el trimestre? La respuesta se llama exámenes: 3.

Así que 3 es el número clave... espero que al menos no sea ninguna nota. Por lo menos hoy he salido muy satisfecha del examen de Griego (más conocido como Grecio), pero era algo a esperar, porque eso de pasarse toda la tarde de ayer traduciendo dos veces todo lo que habíamos hecho de Lisias en el curso... Pero ya tenía bastante mosqueo con el examen anterior.

Sólo queda Latín el lunes (que lo he de bordar por narices), Inglés el miércoles (bleh) e Historia el Viernes... y entregar el Jueves la resenya de Valenciano, además de los 2 trabajos de Refes para un día desconocido. Buen fin de semana me espera... y eso que en un plan inicial había ver una peli en casa de alguien con las de clase y compañía.

Solamente espero que las notas que vendrán el lunes y el martes -principalmente- no arruinen más la semana... Oremus.

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Los autobuses son uno de esos inventos que actuan como un arma de doble filo. Vale que sea recomendable el uso de transporte público, vale que su invención marcara un hito en la historia de los transportes, pero sus beneficios no compensan los malos ratos que se pasa un ser humano medio en ellos.

Pasando por los autobuses de dos pisos de Londres, de los que quedan pocos originales por sus altos índices de emisiones contaminantes, también por aquellos que circulaban -y supongo que siguen haciéndolo- por Dublín y alrededores, y alejándonos lo más posible de los autobuses modelo lata-de-sardina de Malta que parecían como mínimo cuatrimundistas, hay que tener en cuenta los autobuses castellonenses. Como no podía ser de otra manera en una ciudad que es el culo del mundo -o al menos de la Comunidad Valenciana, a pesar de encontrarse en el norte de ésta-, los autobuses de Castellón también son una mierda como una catedral gótica (que las románicas son más pequeñitas).

Partiendo de la base de que en esta gran ciudad los corruptos gobernantes que como el ya archiconocido -gracias a LaSexta- señor Fabra tenemos el placer de disfrutar de su mandato gracias a los cazurros que viven en esta parte desdichada del mundo (que me voy por las ramas) compran los autobuses desechados de ciudades como Madrid por ser excesivamente contaminantes, ya se puede saber que el resultado no será nada bueno.

Luego encontramos a los típicos jubilados -llamémosles jubiladas más acertadamente- que supongo que no serán propiedad privada de Ca-castellón, pero que joden bien haciéndote perder el tiempo en los ultracalefaccionados autobuses (en los que llegas a los 30º en pleno invierno) cuando tienes prisa por llegar a la EOI, haciéndole preguntas estúpidas al señor conductor -o kamikaze, como se los conoce a los que conducen así de mal en otras culturas más desarrolladas- y gritándole a su amiga momia a la otra parte del autobús... y claro, tú tienes un dolor de cabeza insoportable y sólo te faltan viejas chochas y locas cantarinas que te taladren con sus ladridos.

Para más inri, en el fondo sur encontramos a cuatro chonis emparejadas con cuatro malotes de no más de 15 años que se creen los reyes (¿véis por qué la República tiene que triunfar?) del autobús, y claro, como tales creen que tienen el derecho -o incluso el deber- de ocupar los máximos asientos, gritar como gallinas cluecas y además poner en sus móviles a todo volumen o bien reggaetonto o bien chundaquetechunda. Y conciénciate ya de una vez: no esperes puntualidad, morirás esperando.

Pero claro, eso no es todo. El nivel técnico de nuestros autobuses es muy avanzado, y por lo visto se lleva lo retro: aún conservamos piezas de coleccionistas con asientos de plástico malo color butano de allá por los 80. Eso sí, sin perdonar la subida de 0'50€ en los bonos cada año -y con suerte cada medio-.

Y ya finalmente, por estas épocas te encuentras con unos pobres ilusos universitarios que te preguntan en inglés rutas de autobús y entonces deduces que están de Erasmus. Pobres ilusos. Imaginaos el panorama:
-Mum, I've just got a letter and they say I can go to study to Spain!
-Really? Where? Barcelona? Madrid? Bilbao? Tell me son! You're a truly lucky boy!

Y luego llega aquí y se encuentra con una ciudad triste, apagada, "calurienta"... ¡y con estos autobuses! Si yo fuera ellos me volvía a casa sin pensármelo.

Ahora saldrá Marta en defensa de sus bien amados autobuses, pero ¿qué quieres? Estoy quemada.

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Por lo visto esta entrada se ha convertido por suerte en la número 100. Guay, ¿no? Teniendo en cuenta de que tengo un trancazo de impresión y "estic tota dopà" y que mañana tengo un examen de Castellano que realmente no sé que lo tengo a primera hora (gratas informaciones de la profesora en concreto, grandes informaciones de terceras personas) ni sé qué sale. Por algo estoy en el ordenador y no estudiando.

Pero bien, no todo es malo. Mis ansias asesinas siguen en aumento, y eso es bueno, porque al fin tomaré una determinación y mandaré todo a tomar por saco. Por otra parte he conseguido un programa de pirateo (uix, qué malota) llamado Vuze, que es un amor. Y ya por último he dado por finiquitado a Descartes. Se acabó este gran franchute hasta Selectividad... bueno, si al final me decanto por Filosofía y no por Historia, cosa que no tengo nada clara (se aceptan sugerencias).

¡Ahhh! ¡Jodeos charros, ayer el Castellón os pegó una paliza! Sí, me importa un rábano el fútbol, pero tomándomelo a lo personal disfruto. Eso significa que venceré.