____

Una conversación que tuve anoche me hizo recordar este blog y lo asídua que fui de él antaño. Realmente escribir aquí fue una grata terapia que todavía hoy me funciona... da gusto leer entradas de cierto tiempo atrás y ver como, aunque probablemente solo yo pueda apreciarlo, he ido madurando y superando obstáculos que jamás hubiera pensado que sería capaz de sortear.

Probablemente debería retomar la escritura ahora que estoy viviendo una de las mejores épocas de mi vida: sin dolores de cabeza en el terreno personal, y, aunque soy consciente de que he bajado mi rendimiento académico, para ser mi primer semestre en la Universidad, y teniendo en cuenta que estoy viviendo sola a unos cuantos kilómetros de lo que antes consideraba mi casa (aunque este lugar donde me hallo en estos moments ha perdido ya ese calificativo...), no está yendo tan mal. Aunque sí, lo mejoraré. Ya es por todos sabido que cuando algo se convierte en mi objetivo no paro hasta conseguirlo... ¡o hasta que dicha afrenta me destruya!

Es muy interesante recordar tiempos pasados, ver cómo han ido cambiando las cosas y cómo has ido creciendo a causa de las experiencias vividas. Ver cómo has cambiado el curso de tu vida en 3 meses, cómo has pasado del pesimismo más oscuro a un leve pesimismo (intrínseco a mí, no lo puedo evitar) maquillado por la más dulce felicidad... una felicidad que jamás pensé en recuperar. Una felicidad que, para ser sincera, no había conocido aún. Una felicidad... él. Todo. Recomendaría que todo el mundo hiciese de cuando en cuando un ejercicio que basase en echar la vista atrás y aprender, crecer, mejorar... de ese modo, todos dejaríamos de preocuparnos de cosas que no tienen la más mínima importancia y así cuidaríamos lo que de verdad es necesario.

Por otra parte, aquí estoy en Castellón, vuelvo a "casa" por Navidad. Y lo que más me gusta de esta ciudad, ¿alguien sabe qué es? La línea de Internet de Telefónica. Triste, ¿verdad? Más triste es tener a la persona a la que amas sobre todas las cosas a 300 kilómetros de distancia, no poder tocarla, no poder besarla, no poder decirle al oído lo que sientes por él. Me está matando. Nunca había sentido nada tan fuerte.
~