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Todos los años en verano tiene que haber un día como hoy. Lo sé, pero me sorprendo, me amargo, me dan ganas de desaparecer. ¿Qué coño he hecho mal en mi vida para que todo me salga mal? Me gustaría resolver ya de una vez ese enigma, porque ya son demasiados años aguantando esta situación tensa en casa... y sin poder escapar de ella.

Porque claro, todo el mundo se queja de que está aburrido, de que el verano no está yendo como ellos esperaban... pero nadie hace nada para arreglarlo. Hago planes, sí, pero, ¿para qué? Un ejemplo: Ayer se pretendía ir a la playa (vale que no la soporte, pero para pasar un rato con amigos, todo es bueno), pero claro, no podía salir bien estando yo por el medio. Lluvia. Nada. Pero no desesperemos, ¡hay otro plan! ¿Y cómo terminó? Hecho cenizas. Nada. Y en casa no te puedes quedar, claro está, porque tienes una persona rondando por tu mismo habitaje que ni hace ni deja hacer... y si te ve en casa ¡hecatombe! Así que te tienes que ir con tu madre al cine... mayor error. La otra persona ahora ni te saluda cuando entras en casa. Bien, bien. Para que luego me digan que mis padres se deben sentir orgullosos de mí... jajaja. Si esa es la manera de mostrar orgullo y aprecio, casi preferiría que me odiaran. Al menos el sentimiento se correspondería con la forma de actuar.

Deseo desesperadamente desaparecer. Podría hacerlo, soy mayor de edad, pero esa "adultez" no me sirve de nada. Sigo siendo tratada como una niña que tiene que pedir permiso para todo. No tengo coche propio -y no será porque no me lo merezco-, tengo que pedir permiso para coger el de mis padres; siempre he hecho lo que se me ha mandado, lo que me han pedido, lo que me han ordenado... y de una manera eficiente, sin meterme en líos ni ser rebelde. Muchos padres hubieran matado por tener una hija con una adolescencia tan light como la he tenido yo, sin problemas, sin disputas, interesada por aprender y por los estudios. Pero no. Esa persona que se hace llamar mi padre (bueno, realmente no lo sé, porque como si pudiera, estoy segura que renegaría de mí) se podría decir que me tiene incluso asco. Aprecio cero. O al menos eso es lo que me demuestra día tras día.

Sólo faltaría que el día 16 se me diera la mala noticia de que no estoy admitida en la Autònoma. Haré alguna burrada si eso ocurre, lo juro (a pesar de no creer en juramientos). Si no aguanto menos de un mes viendo contínuamente la cara de perro de mi padre y la tensión contenida de mi madre (aunque realmente no sé si es peor que esté contenida que que salte a la vista como lo ha hecho hoy), ¿cómo voy a aguantar 4 años más viviendo aquí, en Castellón? Si ya estuviese en Barcelona, aunque me fuera sola a dar una vuelta esta tarde, tendría dónde ir. Pero no aquí, en esta alcantarilla que se hace llamar ciudad... de vacaciones, ¿no? ¿O preferimos decir "ciudad de corrupciones"? Sólo hace falta encender la televisión y esperar que en el Informativo de cualquier cadena den alguna noticia de Castellón: cohecho y demás delitos de Fabra, accidentes de tráfico, falsos médicos, robos... es genial vivir aquí. Maldita la hora en que mis señores progenitores decidieron abandonar El Prat.

Todo ha ido de mal en peor desde entonces. Ojalá volviese a tener 7 años y poder disfrutar del Parc Nou, mis clases de patinaje en el Sagnier y mis compañeros de clase en el Ramon Llull. Poco merece la pena de mis 11 años en Castellón: alguna persona, alguna experiencia, algún sentimiento... pero poco más. ¿Cuándo me va a tocar ser feliz? ¿Cuándo me pasará algo realmente bueno sin depender de mis capacidades y mi esfuerzo? Desde el día 27/06/05 no he experimentado lo que es la suerte. ¿Volveré a hacerlo? Permitidme que lo dude mientras pienso cómo ocuparme esta tarde.

Una tremendista. Já.
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Comments (2)

On 21 de julio de 2009, 22:45 , Anónimo dijo...

seguro que este año conseguirás ser feliz.. =)

 
On 31 de julio de 2009, 6:30 , Anónimo dijo...

El verano es mierda y la playa apesta. Yo debería haberme ido también, pero no tenía donde. Supongo que cada uno tiene lo suyo, pero al menos en un mes y medio escaso tú puedes salir de alli. Otros no tenemos tanta suerte.

Y sin embargo hay quien dice que lo que no te mata te hace más fuerte... esperemos que en tu caso se de lo segundo. Por lo que parece, ya iría siendo hora, no?


Sr. Anónimo