Acabo de lanzar uno de mis recuerdos materiales más importantes terraza abajo, dirección descampado de enfrente. He de decir que sigo conservando la buena puntería que en cierto momento de mi vida tuve.

Se hace extraño recordar que hoy hace 3 años fui la persona más feliz del mundo, sólo al escuchar 3 palabras y responder con una que fue acompañada de un profundo sonrojo y un gran revuelo en el instituto. Pero para qué concretar más si todos sabéis de qué hablo, y se hace extraño verlo tan lejano...

Me arrepiento muchísimo, a pesar de la felicidad inicial, de la que fue mi respuesta. Dos letras nunca merecen tantos dolores de cabeza, tanta rabia acumulada -que todavía hoy sigue presente- y la tensión pasada. Ese monosílabo tampoco se mereció que pasara 2 años viviendo una vida que no me gustaba, que no me aportaba nada, que se basara en la compañía de alguien que me trataba como a un trapo y que no me valoraba.

Pero un día, ayudada de un sentimiento no correspondido, me decidí a terminar con todo, y es una de mis pocas actuaciones de las que estoy al 100% satisfecha y segura haber acertado con ella. No obstante ese hecho ha acarreado ciertas injusticias en mi vida, pero como bien se dice: "nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes", ya sea para mal o para bien, y si algo no ha salido como yo esperaba, algún día lo tendrá que hacer, ¿no?

Pues aquí me quedo, pensándolo, alegrándome de la decisión que tomé hace casi 10 meses, y, aunque ahora me encuentre sola, espero que pronto aparezca el príncipe azul inexistente, aquél que me quiera por quien soy, que me valore, y que me aporte todo aquello que necesito para mi día a día... yo seguro se lo devolveré (más si... bleh.).

Pero bueno, el día no está saliendo tan malo. Me quedan horas de lectura, estudio y ejercicios, nada que no haya vivido ya. Espero que a otros les vaya peor, que ya les toca.