_____
Y ahora es cuando yo me pregunto ¿vale la pena recibir un notición-notazón relativamente inesperado a primera hora de la mañana cuando el día se va torciendo cada vez más y acabas por borrar esa sonrisa complaciente y extraordinaria de las 8.30 de la mañana por la típica cara de perro exhibida in secula seculorum?

No.

Hubiera preferido haber hecho prácticas hoy antes que saber la nota de Griego. Vaya mierda. Al paso que voy me planto al exámen de conducir en mi semana trágica particular de principios de Junio. Me piro a visitar a mis amigos Goya y Gaudí (al que cada vez odio más), entre otros.
~