Y aquí estamos, un día más, sin nada interesante que contar ni nada interesante que esperar.

Demasiado tiempo libre al que no estoy acostumbrada, el que mato buscando información para trabajos, ya que probablemente, si no me espabilo yo, nadie lo hará por mí. Escucho música que cada vez me aporta menos, que me llama menos. Demasiados años sin ver un directo, sin sentir diferentes emociones provinientes de los mismos acordes y ritmos. Así cualquiera se amarga.

Se nota que la primera época de exámenes que este año me deparaba ya se ha esfumado. Quedan 3 si no tengo nada que recuperar, cosa que para colocarle la guinda al año sería divertido que pasase: último año, primer hostión. Sigo pensando que debería ser más optimista...

¿Pero cómo? Cada vez me queda menos tiempo para decidir qué hacer de mí misma el año que viene, cada vez me queda menos tiempo para recibir alguna señal que me haga moverme, quedarme, algo. Desapareció, no me ha vuelto a hablar, no sé ni si me lee. Dímelo, ¿no?

Alemania, próximo y esperado destino. Sólo anhelo pasarlo bien esos 7 días y olvidarme de algunas cosas, cosas que se enterraron durante las 3 anteriores semanas, durante las noches de fiesta y las tardes con los amigos, pero que ahora, mientras escribo y navego, están más latentes que nunca jamás. Como mañana.
.
.
.
.
P.D: ¡Por dios, que alguien me pase o me nomine a algún test para hacer en el Tuenti! Me estoy aburriendo demasiado.
~