Hay un momento en que las cosas dejan de extrañarte, parecerte repulsivas o incluso de cabrearte -cosa que en absoluto es el caso- y pasan a parecerte lo más divertido del mundo.

Te asombras de lo que el mundo es capaz de unir, de hacer coincidir, pero al final lo entiendes todo: Dios los cría y ellos se juntan... y se crean Fotolog.

Ayyy... ¡que monito es el amol! Y qué patético resulta a veces. Ésta al menos. Soy una rompecorazones, y mis víctimas acaban derruídas y arrojadas al fuego de la tontuna, que aunque yo tuviera esperanzas, no ha desaparecido de su ser en 4 o 5 años de incomunicación y simulada inexistencia. No es tiempo suficiente.

Bleh, realmente me la sopla mucho... casi que voy a seguir estudiando Arte -¡último examen antes de Navidad!- y a plantearme si hacer o no huelga el miércoles.
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