Acabo de terminarme Luna Nueva, y tengo Amanecer amenazándome con su presencia a escasos 30 cm. de donde yo me hallo. O no tengo tiempo para leer o en 2 semanas me termino -presumiblemente- una saga de 4 libros.

Ahora habrá más tiempo para hacer aquello que me reconforta, como leer -si la acumulación de deberes que se me echa encima me lo permite-, ya que al fin las vacaciones de Navidad han llegado. No sé si pronto o tarde, no sé, la verdad, pero sí sé que he sido una de las pocas de mi clase que ha cumplido religiosamente con el horario de hoy sin saltarme clases... excepto la última, pero si no está la profesora, ¿para qué ir?

Y esta noche a celebrarlo con todas. Bueno, todas con las que normalmente no celebro nada, por culpa de sus ausencias pueblerinas. Ganas: ningunas, pero bueno, un día es un día, y como hoy ha dicho un sabia profesora embutida en unos pantalones que le hacen una figura de lo más apetecible (modo ironía off) "mai saps què és el que t'espera en una festa".

¡Ah! Si desaparezco de los Internetes es porque mi ordenador sengancha (en la puzolana)
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